Siempre suele existir un punto de
inflexión que te hace reflexionar, que te hace sentir que algo va mal y que
debes cambiar. Sientes que hasta ahora, todo lo que iba bien, se derrumba.
Cae en tan solo un segundo. Aquello que tanto costó y que tras tantos años
habías conseguido llegar a la cima. Lo más fácil es volver a empezar. Desechar
todo. Que llegue el cambio. Sin embargo, puedes mover una sola ficha y arreglar
tus problemas. Seguir por un camino paralelo o retrasar tu camino para volver
con más fuerza.
España es subcampeona de la Copa
Confederaciones tras ver como Neymar, Fred, Paulinho y compañía borraba del
terreno de juego el dibujo táctico de Del Bosque. El seleccionador español
pareció echar de menos un doble pivote que no alineó en todo el torneo por la
baja de Xabi Alonso. España, o más bien Busquets, se vio sobrepasada. Un hombre
trataba de sujetar todo un entramado que se base en ir al corte limpio cuando
se pierde el balón. Sin embargo, ayer España no tenía el balón y Sergio estaba
desubicado. No podía hacer su trabajo. Brasil movía rápido la pelota. Apenas
conducía por el centro del campo. Pases verticales. A banda. Busquets tenía más
trabajo del habitual y fuera de su zona habitual. Sin un acompañante y teniendo
que desplazarse del mediocentro, dejaba un hueco. Un agujero que ni Xavi, ni
Iniesta saben cubrir. Ese hueco suele ser de Alonso y aunque él no estaba, Del
Bosque contaba con un campeón de la Champions League. Javi Martínez apenas jugó
en su sitio en esta competición. Sin él se había conseguido ganar los tres
partidos de grupo sin demasiada dificultad. Pero ante Italia ya se notaba que
Xavi no era el acompañante ideal de Busquets en el esquema de Del Bosque si
España pierde el balón. Y ante Brasil empeoró. La presencia de Xavi sobre el
terreno de juego fue superflua. Estaba pero no participaba. Paulinho y Luiz
Gustavo mostraron su superioridad. Solo se enfrentaban a Busquets. Tal vez,
cuando algo no funciona, sea bueno volver a lo de antes. Sin Alonso la opción
de Javi Martínez debería ser una solución excelente y no un ‘quizás’. Javi
Martínez está al nivel de Alonso, incluso superior esta temporada. Del Bosque
prefirió dejar solo a Busquets y ante la adversidad no supo reaccionar. Con el
1-0 y las acometidas brasileñas podría haber introducido el doble pivote porque
en las finales no hay que ser contemplativo. Si hay que hacer un cambio a los
veinte minutos, se hace. La reacción es primordial a la hora de la victoria.
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Pero el dejando de lado un doble
pivote que parecía que no era necesario durante todo el torneo podemos hablar
de un relevo que ayer llegó a su cenit. Álvaro Arbeloa se ha aferrado al
lateral derecho de la selección desde que Sergio Ramos empezara a actuar de central
de una forma extraordinaria en el Real Madrid. El lateral salmantino no ha
tenido rival. Nunca se había llevado un suplente firme. Sin embargo, César Azpilicueta
ha dado esta temporada un salto cualitativo en el Chelsea. Tras una gran
temporada en Marsella el ex de Osasuna fichó por el Chelsea y se convirtió
desde el primer minuto en el lateral derecho titular de los campeones de la
Europa League. Una muestra de su nivel y de su crecimiento. Su llamamiento a la
selección no fue ninguna sorpresa e incluso podría llegar para ser titular,
como ya hiciera Jordi Alba en la izquierda, en un lateral que pedía relevo
desde que Ramos lo dejara huérfano. Y es que sin el andaluz en la derecha,
España perdía profundidad, mordiente y entereza. Arbeloa es un cumplidor, de
eso no cabe duda. Pero en una campeona del mundo se necesita algo más que un
cumplidor. Se necesita magia. Ser incisivo en ataque y veloz en defensa.
Azpilicueta entró en el descanso de la final. Del Bosque ahí si supo reaccionar
ante el poco acierto de Arbeloa. Azpilicueta, algo nervioso, entró con
convicción al partido. Supo pegarse a Neymar, lo que pudo, ya que el reciente
fichaje del Barcelona dio un recital en la madrugada de ayer. También apareció
la velocidad. Esa que se había quedado atrás con Ramos. Azpilicueta supo llegar
al corte con velocidad, aunque ayer no era el día idóneo para hacer su mejor
partido. Neymar y Fred estaban en estado de gracia y una vez arrancados, ya son
imparables.
De ahí, que a veces sea necesario
dar ese pasito atrás, coger impulso. Porque lo que antes funcionó, volverá a
funcionar. Y el rival también cuenta. El doble pivote se puede ir alternando
según el poderío físico del rival porque una selección tiene una gran ventaja
respecto a un club. En la selección tienes cientos de jugadores a los que
elegir en cada convocatoria. Elige a los mejores y a los que te den más
variantes. La variante es un arma ante tu rival. Porque si sabes jugar de
varias formas, será más difícil vencerte.
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