En un derbi o en un clásico los aficionados siempre llevan la rivalidad mas allá de las palabras dedicadas con picardía a tu rival. La afición se divide durante una semana entera a veces,incluso, sin dirigirse la palabra. Una vez terminado el partido y según el resultado el aficionado muestra un estado de ánimo diferente, así el ganador continúa con la picardía, mientras que el vencido trata de pasar página o pone pegas a la actuación arbitral. Esto es el fútbol en estado puro dos aficiones frente a frente, pero de repente el partido del fin de semana siguiente es distinto. Esos aficionados que discutían sin parar o incluso no se miraban se funden en un abrazo con un mismo gol. Sin saber como han pasado del odio infinito a la más fuerte amistad. Parece extraño pero es posible gracias a la Selección, ese equipo que une a toda una nación sean del equipo que sean.
Estas situaciones demuestran que todo depende del color con el que se mire, o del color que defiendas. Pero también debemos replantearnos estas situaciones y pensar que las tánganas o tanganas deben parar por el bien del fútbol y de la imagen que están dando los futbolistas españoles al exterior. Es bonito defender tus colores, pero es más bonito si se defienden de una forma civilizada.
Coincido en un 95% en lo que describe la entrada, no pongo pegas por ello. Solo detallar que la imagen del fútbol español está muy definida en todos los aficionados en este deporte, y no es otra cosa que su juego de tiqui taca, a pesar de las tánganas entre los dos grandes de la liga española, porque ya eso pasa a segundo plano teniendo una pedazo selección que tenemos, que aun jugando mal sacamos los partidos con esta seña de identidad, lo jugadores que tenemos y los equipazos de la liga: valencia, atlético, sevilla, athletic, málaga, etc. Con esto quiero decir que los futboleros nos ven primero por el juego que desarrollamos, que viene siendo nuestra etiqueta, antes que por peleas.
ResponderEliminar